Papás entrenadores: entrevista a Patricia Ramírez
Hoy me hago eco de una entrevista de Patricia Ramírez, una reputada psicologa de nuestro país que habla sobre los padres de deportistas en categorías inferiores.
Si alguno ha estado en contacto con el fútbol base, que es el campo que he vivido, dirá que el principal problema para hacer nuestro trabajo son los padres. Hay que tener claro que no todos los padres son un problema, de hecho algunos son incluso son un gran apoyo, y no solo al entrenador directamente, si no que hacen grupo, organizan quedadas... En definitiva, dan buen ambiente al equipo, que siempre es positivo.
Sin embargo hay otros padres que son competitivos, pero competitivos en el mal sentido de la palabra, y que aunque muchos de ellos crean que ayudan a que su hijo tenga mejor rendimiento, y que no niego que tengan buena intención en muchas situaciones, son el mayor problema no solo para el entrenador si no para sus hijos.
Estos jóvenes futbolistas entran al campo nerviosos, más que por el partido, por el rival o por el entrenador, es por lo que le espera a la salida del encuentro. Como dice Patricia, le esperan con la lista de errores y los evalúan. Son niños en formación y eso puede conllevar problemas de autoestima y un exceso de presión que hagan que abandonen su actividad favorita porque su padre se la ha arruinado. Y de esos casos yo conozco varios.
El padre debe tener claro que su hijo se apunta a un deporte por divertirse, por relacionarse y por aprender valores. Estos valores son disciplina, compañerismo, solidaridad, el saber estar y otros más importantes como es la puntualidad, la responsabilidad de llevar su propio material, de cuidarlo, de recoger el material al finalizar la sesión. El padre debe enfocarse en ello, y sólo corregir al niño cuando no tenga un buen comportamiento en estos ámbitos, es decir, no hace caso al entrenador, no se encarga de su material, llega tarde, es egoísta, se porta mal con los compañeros... Valores que le ayudarán en su día a día en el futuro, y amigos que pueden durarle toda la vida.
Por ello, el padre tiene que tener la actitud de, al finalizar el encuentro, preguntarle a su hijo si se lo ha pasado bien, darle la enhorabuena por lo bien que lo ha hecho... Y dejarle las correcciones al míster, que él nunca sea el problema.
Y, si en algún caso los valores que transmite el entrenador o su comportamiento no concuerdan con lo que el padre quiere que se le transmita a su hijo, debe de cambiarlo de equipo, no protestar constantemente al entrenador, decirle a su hijo todo lo que hace mal el técnico...
https://www.youtube.com/watch?v=8UJ4NLbrqOw
Aquí dejo la entrevista,que es muy interesante y del que se pueden sacar enseñanzar muy positivas.